Presidentes nuevos, leyes nuevas: ¿Que impacto tendrán en las regulaciones de tres países latinoamericanos?
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Por Alexandre Quesada
Con el nombramiento de nuevos líderes gubernamentales y la implementación de nuevas regulaciones y leyes, este año presenta numerosas oportunidades y desafíos en tres países: México, Argentina y Brasil. A continuación, se presenta un resumen de la situación regulatoria en estos tres países.
MÉXICO
Levanta restricciones al maíz genéticamente modificado establecidas por decreto de 2020
El 31 de diciembre de 2020, el gobierno mexicano promulgó un decreto para la eliminación gradual del uso, adquisición, distribución, promoción e importación de glifosato y compuestos relacionados para el 31 de enero de 2024. Este decreto también revocó la liberación de semillas de maíz genéticamente modificado para el consumo humano. El objetivo principal era implementar nuevos marcos legales para la sustitución del glifosato y el maíz genéticamente modificado para el primer semestre de 2023.
Esto generó una preocupación importante debido al actual déficit de producción de maíz en México para alimentación animal y aplicaciones industriales, lo que llevó a una necesidad de aclaración respecto del alcance del decreto, particularmente en lo que respecta al maíz importado.
A pesar de limitar las restricciones al consumo humano en 2023, Estados Unidos inició un panel de solución de controversias en virtud del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), argumentando que la restricción, sin fundamento científico, violaba las normas del acuerdo. Tras la derrota de México en el panel a finales de 2024, el gobierno anunció la eliminación de estas restricciones en febrero de 2025.
Desarrollos
El 13 de febrero de 2023, un nuevo decreto aclaró que las restricciones se aplicaban únicamente al consumo humano. Permitió el maíz genéticamente modificado para alimentación animal y uso industrial hasta el 31 de enero de 2024, con disposiciones para una prórroga si México no lograba la autosuficiencia de maíz amarillo.
Como el segundo mayor importador de maíz a nivel mundial, después de China, México enfrentó importantes implicaciones comerciales. En 2023, importó maíz por un valor de $5.2 mil millones, para un total de 17.5 millones de toneladas, principalmente de Estados Unidos. En 2024, importaciones exclusivamente de EUA surgieron a un récord de 25.3 millones de toneladas, valorado en $5.6 mil millones USD, lo que llevó a EUA, y posteriormente a Canadá, a impugnar el decreto mexicano ante el Consejo del T-MEC.
El 20 de diciembre de 2024, el informe del panel de resolución de controversias concluyó que el decreto de México carecía de una evaluación de riesgos adecuada según los estándares científicos internacionales. Posteriormente, el 5 de febrero de 2025, el gobierno mexicano derogó el decreto de 2023. Esta derogación restableció la posibilidad de autorizar el maíz genéticamente modificado para el consumo humano y detuvo la sustitución progresiva de dicho maíz para la alimentación animal y el uso industrial.
Este cambio de estrategia refleja la necesidad de México de equilibrar sus obligaciones comerciales internacionales con las necesidades agrícolas nacionales. En el futuro, el enfoque podría centrarse en establecer evaluaciones de riesgos rigurosas e investigación científica para respaldar cualquier cambio regulatorio futuro en materia de cultivos genéticamente modificados.
ARGENTINA
Sector agrícola: cómo afrontar los cambios económicos, la dinámica regulatoria y las reducciones de los aranceles de exportación
El sector agrícola en Argentina sigue siendo un pilar fundamental de la economía nacional, aportando aproximadamente 60% de las exportaciones totales del país. Sin embargo, este sector opera en un contexto cada vez más complejo, condicionado por factores económicos, regulatorios, climáticos y de mercado.
En 2024, Argentina experimentó un mínimo histórico en el consumo masivo, con una caída de 17%. El consumo de carne, un indicador clave, cayó a 47,8 kg per cápita, su nivel más bajo en tres décadas. Esta caída del consumo ha contribuido a una tendencia a la baja de la inflación. En enero de 2025, la inflación mensual se situó en 2,2%, mientras que la anual fue de 84.5%, una disminución significativa respecto al máximo de 117.8% alcanzado en 2024.
La volatilidad cambiaria sigue siendo una preocupación, y se proyecta que el tipo de cambio oficial alcance los 1.348 ARS en diciembre de 2025. La brecha persistente entre el tipo de cambio del dólar oficial y el paralelo (“blue”) continúa generando incertidumbre en las transacciones internacionales.
En enero de 2025 se produjo un cambio significativo en la política con la eliminación del Impuesto PAIS a las importaciones. Esta medida reduce los costos de importación en 35% y se espera que beneficie a los productores locales que dependen de insumos y maquinaria extranjera, fomentando así la inversión y reduciendo los costos de producción.
Cambios regulatorios
Varias actualizaciones regulatorias impactan al sector agrícola. La Resolución 350/99 se ha actualizado para incluir criterios revisados para el registro de productos agroquímicos, incorporar nuevos estándares internacionales para evaluar la seguridad y eficacia de los productos, y mejorar la trazabilidad y los procesos de monitoreo para aumentar la transparencia del mercado.
La Resolución 694/204, vigente desde junio de 2024, busca armonizar la normativa local con los estándares internacionales, reconociendo la equivalencia de sustancias activas de grado técnico ya aprobadas en países como Estados Unidos, México, la Unión Europea, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Brasil. Se espera que esto facilite la importación de productos agroquímicos de alta calidad y mejore la competitividad del sector agrícola argentino.
Productos agroquímicos y quiebra
Los agroquímicos son insumos esenciales para el desarrollo agrícola en Argentina. Los productos más utilizados incluyen:
- Herbicidas: Glifosato (consumo anual de aproximadamente 200.000 toneladas) y 2,4-D (uso anual estimado de 30.000 toneladas).
- Insecticidas: Clorpirifos (alrededor de 12.000 toneladas consumidas anualmente) y Lambda-Cialotrina (consumo de unas 8.000 toneladas).
- Fungicidas: Carbendazim (5.000 toneladas al año).
En diciembre de 2024, empresas clave del sector agroquímico —Los Grobo, Agrofina y Surcos— se declararon en quiebra debido a dificultades financieras, deudas acumuladas (Los Grobo y Agrofina: $200 millones de dólares; Surcos: $3,5 millones de dólares) y una caída significativa en la demanda de agroquímicos.
Esto ha provocado escasez local de insumos esenciales y un aumento de precios. Sin embargo, la reducción en la disponibilidad de insumos agrícolas crea un entorno favorable para la importación de productos agroquímicos, lo cual se ve facilitado por la eliminación del Impuesto PAIS, fortaleciendo la competitividad del sector al reducir costos.
Oportunidades y desafíos
El sector agrícola argentino enfrenta dificultades, pero también oportunidades, como las condiciones favorables para la importación de insumos debido a la escasez interna y la reducción del costo de las importaciones (35%). Asimismo, se ha mejorado el acceso a tecnologías agrícolas avanzadas gracias a las recientes reformas tributarias. La reducción de los aranceles a la exportación también podría estimular la producción y las exportaciones agrícolas.
Algunos de los desafíos incluyen la volatilidad monetaria, el cambio climático que afecta las proyecciones de producción agrícola y la posible inflación debido a un repunte del consumo.
El sector agrícola argentino se encuentra en un momento crítico, equilibrando desafíos económicos, regulatorios y climáticos con oportunidades únicas derivadas de las recientes reformas, contextos internacionales favorables y ajustes en los aranceles de exportación.
La combinación de políticas fiscales más accesibles, la escasez de suministro interno, la apertura a insumos extranjeros y la reducción de los impuestos a la exportación posiciona al sector estratégicamente. Abordar eficazmente los riesgos asociados será clave para garantizar su sostenibilidad y competitividad a largo plazo.
BRASIL
Ley de Bioinsumos: Un cambio de paradigma hacia una agricultura sostenible
El sector agrícola brasileño está experimentando una transformación significativa con la promulgación de la Ley de Bioinsumos (Ley 15.070/2024), sancionada el 24 de diciembre de 2024. Esta legislación histórica establece directrices específicas para la producción, comercialización y uso de bioinsumos, abordando las limitaciones de las regulaciones anteriores, centradas principalmente en productos químicos. La ley representa un paso significativo hacia la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la reducción de la dependencia de insumos sintéticos.
Los bioinsumos, derivados de microorganismos, extractos de plantas y otras fuentes naturales, ofrecen una alternativa sostenible a los insumos químicos tradicionales en la gestión agrícola. Estos insumos de base biológica están diseñados para mejorar la nutrición de las plantas, protegerlas contra plagas y enfermedades, y mejorar la salud general del suelo. Anteriormente, estos insumos estaban regulados por la Ley de Agroquímicos, que no contemplaba adecuadamente sus características y beneficios únicos, lo que generaba incertidumbre legal y dificultaba su desarrollo e implementación.
Cambios clave
La Ley de Bioinsumos crea un marco regulatorio específico para los bioinsumos. Este marco abarca diversas categorías, como biofertilizantes, biodefensivos, inóculos y bioestimulantes. Los principales cambios que introduce la ley incluyen:
Reglamento específico: Los bioinsumos se reconocen ahora como una categoría separada y distinta, claramente diferenciada de los productos químicos. Este reconocimiento permite una regulación más adecuada a las características y aplicaciones específicas de los bioinsumos. |
Registro simplificado: Reconociendo el menor perfil de riesgo de muchos bioinsumos, la nueva ley prevé procesos de registro simplificados. Los bioinsumos de bajo riesgo pueden quedar exentos de registro o ser elegibles para procedimientos de registro simplificados, lo que reduce la carga administrativa para productores y fabricantes. |
Funcionalidades múltiples: La ley reconoce que muchos bioinsumos tienen múltiples funcionalidades, como promover el crecimiento vegetal y, al mismo tiempo, controlar plagas. Para reflejar esto, ahora es posible un registro único para productos con múltiples usos, lo que simplifica el proceso regulatorio. |
Incentivos a la innovación: La ley fomenta activamente la investigación y el desarrollo en tecnologías biológicas, en particular para pequeños productores y cooperativas agrícolas. Al apoyar la innovación, la ley busca impulsar el desarrollo de bioinsumos nuevos y mejorados. |
Panorama regulatorio anterior: Antes de la promulgación de la Ley de Bioinsumos, el marco regulatorio para los bioinsumos estaba fragmentado y, a menudo, no se adaptaba a sus características únicas. Los biofertilizantes, inóculos, biodefensivos y bioestimulantes se regulaban bajo leyes diseñadas para productos químicos, lo que generaba inconsistencias y desafíos. Por ejemplo, los biodefensivos enfrentaban los mismos estrictos requisitos de toxicidad que los plaguicidas químicos, a pesar de que generalmente representan un riesgo mucho menor para la salud humana y el medio ambiente. Esto creó un obstáculo significativo para su adopción. |
Disposiciones clave de la nueva ley
Producción en la finca: La ley autoriza y regula la producción de bioinsumos para autoconsumo en fincas, con requisitos simplificados. Esta disposición reconoce la importancia de la producción en finca para los pequeños productores y promueve el uso de insumos de origen local. |
Registro y exenciones: Los bioinsumos comerciales deben registrarse ante las autoridades reguladoras correspondientes, pero los productos de bajo riesgo están exentos de registro, lo que reduce la carga regulatoria para los productores. |
Incentivos a la producción: La ley establece políticas públicas y mecanismos financieros para apoyar el desarrollo, la producción y el uso de bioinsumos. Estos incentivos pueden incluir exenciones fiscales, subsidios y acceso al crédito para los productores que adopten tecnologías de bioinsumos. |
Definiciones claras: La ley proporciona definiciones claras y precisas de bioinsumos y términos relacionados, mejorando la claridad regulatoria y reduciendo el potencial de interpretaciones perjudiciales. |
Tarifa de establecimiento y registro de producto (TREPDA): Se establece una tasa para financiar las actividades de inspección y garantizar el cumplimiento de la ley. Sin embargo, los productos de bajo riesgo están exentos de esta tasa, lo que incentiva aún más su adopción. |
Sanciones: Las sanciones por el incumplimiento de la ley están alineadas con la Ley de Autocontrol vigente, e incluyen advertencias, suspensiones de registros y multas. |
Impacto y perspectivas
Se espera que la Ley de Bioinsumos tenga un amplio impacto positivo en el sector agrícola brasileño. Al simplificar el acceso al mercado, promover la sostenibilidad, fortalecer la seguridad jurídica e impulsar la competitividad de la agroindustria brasileña, la ley impulsará un crecimiento significativo en el sector de bioinsumos. Se han establecido normas transitorias para permitir la adaptación gradual del sector, con nuevas regulaciones previstas para 2025. Esta legislación posiciona a Brasil como un posible líder mundial en el desarrollo y la aplicación de bioinsumos, impulsando un sector agrícola más innovador, resiliente y sostenible. La ley representa un paso significativo hacia un futuro más respetuoso con el medio ambiente y económicamente viable para la agricultura brasileña.