La ECCA en la Agenda Estratégica: ¿Puede una Europa «próspera y competitiva» beneficiar a los agricultores?
Mientras los líderes de la UE debatían y redactaban el Agenda estratégica de la UE Durante los próximos cinco años (2024-2029), nosotros, los Asociación Europea para el Cuidado de Cultivos (ECCA) – nos hemos centrado en destacar la sinergia entre la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible, facilitada por la industria de los productos fitosanitarios post-patentes. Fundamentalmente, hemos instado –y seguimos instando– a una política agrícola de la UE basada en el pragmatismo, no en la ideología política.
Por ello, nos sentimos alentados por el borrador final de la Agenda Estratégica de la UE, publicado recientemente, que prevé un camino pragmático hacia la neutralidad climática y el deseo de aprovechar el potencial de las transiciones verde y digital para crear los mercados, las industrias y los empleos de alta calidad del futuro. Además, acogemos con especial satisfacción la promesa de promover un sector agrícola competitivo, sostenible y resiliente que siga garantizando la seguridad alimentaria.
El énfasis del documento en una agricultura competitiva, sostenible y resiliente que priorice la seguridad alimentaria se relaciona directamente con el valor fundamental de las asociaciones público-privadas post-patentes. En un contexto de constantes dificultades económicas, tras las interrupciones de la cadena de suministro y el aumento de los costes empresariales, las asociaciones público-privadas rentables y eficaces son cruciales para garantizar la rentabilidad de los agricultores europeos. Las asociaciones público-privadas post-patentes ofrecen la mejor combinación de estos requisitos, ya que se benefician de una vida comercial prolongada con los costes de I+D ya cubiertos, y tienen un historial demostrado de proporcionar una solución muy eficaz y asequible para el control de plagas.
De manera crucial, en el contexto de la seguridad alimentaria, una mayor eficiencia económica con las APP post-patentes reduce la dependencia de Europa de las importaciones gracias a menores costos de suministro y apoya la economía para alimentos europeos más asequibles.
Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, el documento no presta suficiente atención a la agricultura –y al potencial desaprovechado de las herramientas, incluidas las asociaciones público-privadas post-patentes, que este sector necesita desesperadamente– para garantizar una Europa próspera y competitiva.
Si bien acogemos con satisfacción la referencia al mercado único como motor a largo plazo de la prosperidad y la convergencia y el compromiso de seguir profundizándolo, no se reconocen los casos de fragmentación del mercado que afectan al sector agrícola. En particular, la falta de aplicación armonizada de las normas que rigen las autorizaciones de todas las asociaciones público-privadas post-patente en los países de la UE dentro del plazo prescrito por las normas de la UE.
La falta de uniformidad en las solicitudes y autorizaciones reglamentarias en toda la UE está creando distorsiones en el mercado único, lo que alimenta las desigualdades en toda Europa en el acceso de los agricultores a herramientas que promuevan un sector agrícola competitivo, sostenible y resiliente que siga garantizando la seguridad alimentaria. En algunas partes de la UE, los productos fitosanitarios post-patente deben repetir la revisión de seguridad como nuevos ingredientes activos, a pesar de su aprobación previa y su historial de uso seguro, mientras que en otros Estados miembros de la UE hay inconsistencias en el proceso de aprobación y demoras en la respuesta a las solicitudes.
Además, este entorno regulatorio fragmentado está sofocando la innovación europea, un área que se espera que se fomente como parte de los esfuerzos de la UE para impulsar la competitividad, según la Agenda Estratégica de la UE. Los beneficios de un marco de aprobación simplificado para productos genéricos (post patente) son ampliamente aceptados cuando se trata del sector farmacéutico, en el que se ha demostrado que la prevalencia de los genéricos estimula la competencia (impulsa la innovación) y aporta beneficios en términos de costo y disponibilidad de opciones para los consumidores.
Estamos seguros de que los responsables políticos de la UE son conscientes de esta cuestión, teniendo en cuenta el compromiso de la Agenda de cerrar las brechas de crecimiento, productividad e innovación de la UE con sus socios internacionales y sus principales competidores. Si bien acogemos con gran satisfacción este compromiso, es fundamental recordar a los socios nacionales, incluidos los miembros de la ECCA, con los que se pueden cerrar las brechas de crecimiento, productividad e innovación en lo que respecta a la competitividad agrícola de Europa.
Por último, nos anima ver que se menciona a las pequeñas y medianas empresas (PYME) como entidades que desempeñan un papel central en el tejido económico y social de Europa. Cabe destacar que los miembros de la ECCA están compuestos predominantemente por PYME, que en conjunto emplean a más de 2.800 personas en toda Europa y generan más de mil millones de euros en ventas.
Para que las PYME del sector de las APP post-patentes puedan desempeñar este papel central en el futuro de Europa, necesitan un entorno regulatorio justo y eficiente, con énfasis en asegurar que la competencia no se distorsione y que se protejan oportunidades de acceso igualitario y justo al mercado.