Implementar una agenda estratégica de la UE que coloque la seguridad alimentaria y la sostenibilidad en primer plano
Nota del editor: Paolo Marchesini es director general de la Asociación Europea para el Cuidado de Cultivos (ECCA) — la voz paneuropea de la industria fitosanitaria pospatente. A continuación, comparte su opinión sobre la seguridad alimentaria y la transición verde antes de la publicación de la Agenda Estratégica de la UE 2024-2029.
En las últimas semanas, han circulado informes sobre los planes de Bruselas para un cambio radical de prioridades en la nueva Agenda Estratégica de todo el bloque para 2024-2029, alejándose de la “agricultura sostenible” a favor de colocar la seguridad alimentaria al frente de la política agrícola de la UE.
Hablando en nombre de la industria europea de protección fitosanitaria pospatente, celebro el reconocimiento de la importancia de la seguridad alimentaria como pilar clave para impulsar la prosperidad y la competitividad de Europa. Pero con una salvedad.
Consciente de los desafíos multifacéticos que enfrenta Europa hoy en día, la transición verde deberá desempeñar un papel importante para generar un panorama agrícola competitivo y garantizar productos alimenticios más baratos en todo el continente. Por tanto, tanto la sostenibilidad como la seguridad alimentaria pueden tener un lugar en la visión política de la UE para el futuro previsible.
Una forma de garantizar su compatibilidad es mediante un enfoque holístico y pragmático de la agricultura. Adoptar un enfoque basado únicamente en decisiones políticas –en el que algunas soluciones y productos son a priori “buenos” o “malos” y carecen de base científica, evaluación de impacto y análisis económico y social- es extremadamente miope y reaccionario.
Los productos fitosanitarios (PPP) pospatentes, de eficacia y seguridad de uso comprobadas, son un activo indispensable, parte de una solución pragmática. Lo más importante es que desempeñan un papel en gran medida infravalorado a la hora de ayudar a la transición verde de los agricultores en el entorno desafiante de hoy y de mañana.
En medio de las recientes caídas en las nuevas sustancias registradas en la UE y el aumento en la cantidad de productos no reautorizados por la UE, las APP posteriores a patentes son ahora más importantes que nunca para las necesidades de protección de cultivos de los agricultores. De hecho, estos productos ofrecen una alta eficacia comprobada y son opciones asequibles para los agricultores, dos áreas particularmente importantes que los responsables de las políticas de la UE deben considerar al diseñar estrategias agrícolas basadas en la seguridad alimentaria.
Ya sea en una playa de Sicilia o en un campo de cultivo en Caen, el impacto del cambio climático es inevitable. Para los agricultores, las condiciones climáticas cambiantes significan la aparición de nuevas plagas, la necesidad de buscar alternativas a los cultivos tradicionales y nuevas condiciones agrícolas. En este caso, las APP posteriores a las patentes desempeñan un papel central al ayudar a los agricultores a gestionar estos desafíos climáticos cada vez más visibles.
Un gran ejemplo –y al mismo tiempo cada vez más preocupante– es el aumento de nuevas plagas como resultado de condiciones climáticas más tropicales. Si bien el “enraizamiento” de una nueva plaga en una región puede ser rápido (menos de 10 años), el desarrollo y registro de nuevos productos fitosanitarios es un proceso mucho más largo (de 10 a 15 años). Tener productos ya disponibles y eficaces en el mercado, con sólo el requisito de ampliar la etiqueta, proporciona a los agricultores soluciones inmediatas para controlar la propagación de la plaga y sus daños.
El reconocimiento de la necesidad de seguir ayudando a los agricultores en la transición verde es especialmente bienvenido si se analiza la situación actual. marco normativo sobre APP post-patentes que está bloqueando oportunidades para millones de agricultores europeos.
Por ejemplo, debido a las inconsistencias en la forma en que se implementan las regulaciones de la UE, la extensión artificial de la protección de datos de los estudios necesarios para la renovación de la autorización de una APP puede retrasarse más de los 30 meses prescritos por la legislación.
Otro vacío regulatorio es la subutilización del mecanismo de reconocimiento mutuo para las APP, una herramienta para asegurar el acceso de los agricultores a soluciones adicionales para proteger sus cultivos de manera oportuna. La falta de confianza mutua entre los estados miembros de la UE, junto con los recursos limitados de las autoridades nacionales, impide la plena explotación del potencial de este instrumento regulatorio.
Como lo expresaron muchos de mis colegas y la industria de protección fitosanitaria posterior a la patente en general, político, y regulador La visibilidad de nuestra industria en el nuevo documento de la Agenda Estratégica de la UE no solo proporcionaría una dirección legislativa concreta (señalando las sinergias entre sostenibilidad y seguridad alimentaria), sino que demostraría que el Pacto Verde Europeo lata y deber proteger los intereses de los agricultores.